Ella lleva consigo el don de mujer-madre y nace crece se multiplica y siempre estará presente la figura de ser mamá. No importa cual sea el padre o los padres ella siempre velará por sus hijos, y, de allí, conformará un hogar. En cambio el varón tendrá y jugará el rol de hombre-hijo, independientemente de que en algún momento llegue a ser padre, siempre será hijo, y mantendrá lazos inquebrantables con su madre, lazos amorosos y afectivos, sólo llegando a faltar el sexo o el amor-genital.
En los países en vía de desarrollo se ve un machismo muy marcado en familias populares, pero ese comportamiento, también viene dado en la formación que la madre inculca a los hijos varones. Como también se ve en este núcleo familiar madres solteras con hijos, mujer sin hombre o mujer sin pareja.
Resalta el autor que una mujer identifica su feminidad con el hecho de ser madre “cuerpo-madre” y no con su sexualidad.
Cuando un hombre se casa y procrea, la mujer pasa hacer “la madre de mis hijos”. Otras de las inquietudes que resalta el escritor es que para el varón la familia empieza por la madre, en cambio, para la hembra, “su familia son sus hijos”.La maternidad es eterna, incluso hasta cuando muere la madre, muchas veces oímos una frase popular que dice: “Madre es madre, hasta que se muera” u otra que reza así: “aunque crezca siempre será mi hijo”.En la pareja la verdadera madre siempre será irremplazable así como también los hijos.